3 ejercicios para desarrollar la intimidad sexual

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desarrollar intimidad sexual

En una relación duradera, la pasión física ardiente puede llegar al sueño. Sin embargo, éste despierta y de hecho existe fuera de la zona de confort creada por el compromiso de amar.

Es decir, la pasión reaparece cuando existe un cierto equilibrio entre el nivel de tolerancia a la ansiedad (el de perder al otro) y la capacidad de afrontar lo desconocido. La palabra « intimidad » proviene del latín intimus que significa « lo más interior » o « lo más profundo ». Sin embargo, aquí hay algunos ejercicios que pueden ayudarlo a revelarse a los demás para tener más privacidad.

Intimidad sexual: el abrazo hasta la relajación

Acuéstense cómodamente frente a su pareja y abrácense. En algún momento, la cercanía con el otro puede crear una sensación de incomodidad. El objetivo es permanecer pegado unos quince minutos y tolerar esta ansiedad, hasta que puedas volver al estado inicial de relajación.

2. intimidad sexual: Juegos previos a la luz

Mantenga la luz encendida durante los juegos previos y deje que su pareja admire su cuerpo; tu cara, tus curvas, tu sexo, tu piel. Acepta que el otro te acaricie el cuerpo, sin apartar la mirada ni esconderte de su mirada, pero no se empujen. No se obligue a ir más lejos si no se siente cómodo. Para evitar malas experiencias, es mejor tomarse su tiempo yendo gradualmente. Después de este ejercicio, en lugar de eso, pregúntese acerca de los sentimientos que experimentó y qué podría causarle esta incomodidad. Verás que con el tiempo estos pequeños ejercicios no se usarán más y te sentirás cada vez más cómodo.

Para caricias más agradables, también puedes pedirle a tu pareja que te dé un masaje utilizando un aceite de masaje perfumado.

3. intimidad sexual: Amor ojo a ojo

A menudo tendemos a cerrar los ojos durante el amor, un poco como para saborear mejor el momento presente, permitiéndonos presionar « pausa » en nuestra cabeza. Nos centramos en el sentimiento y nos dejamos guiar por la sensación de placer que se apodera de nuestro cuerpo. Pero mira a su pareja a los ojos mientras hace el amor y especialmente cuandoOrgasmo cuando se alcanza, es también para admirar el placer del otro y compartir con él toda la ternura que se tiene por él.

Los ojos son la ventana del alma y el reflejo de nuestras emociones. Agentes de transmisión del pensamiento, hablan por sí mismos y muchas veces encuentran las « palabras » que extrañamos en la expresión de nuestros deseos, nuestros miedos, desgana o nuestros deseos. A decir verdad, es casi imposible disimular una mirada porque el ojo es el hilo conductor entre las mentes.

Cuando sientas que la excitación está en su punto máximo o simplemente cuando adoptas una posición sexual que te permita estar cara a cara, acepta ser visto por el otro, incluso si tus expresiones faciales y muecas te molestan y que en este mismo momento, realmente estás preguntándose cómo se verá su « cara de éxtasis ». Suena a simple ejercicio, pero la mirada del otro te expone a una gran vulnerabilidad.

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