Los ftalatos en los juguetes sexuales, traducción del informe de greenpeace

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Traducción del artículo disponible en el sitio web de GREENPEACE

¿Nada es sagrado? Un nuevo informe elaborado hoy por nuestra oficina holandesa indica que los plásticos utilizados en la construcción de una amplia gama de juguetes sexuales contienen concentraciones muy altas de ftalatos, suavizantes químicos tóxicos que se utilizan en el PVC para hacerlo suave y flexible.

Greenpeace en los Países Bajos ha pedido a la organización de investigación TNO que examine ocho juguetes sexuales diferentes, incluidos consoladores y vibradores, con respecto a los ftalatos. Curiosamente, siete de cada ocho contenían ftalatos en concentraciones que variaban del 24 al 51%. Recuerde, estos son productos químicos que no son fácilmente biodegradables y pueden ser peligrosos incluso en pequeñas cantidades.

La investigación se encargó después de que la Encuesta de sexo global de 2005 de Durex informara que tres millones de holandeses admitieron tener un juguete sexual. Cada año se venden más de 1 millón, lo que supone un valor de 22 millones de euros.

Greenpeace se había opuesto al uso de ftalatos durante más de tres años, luego de una investigación en juguetes para niños, que mostró que las sustancias químicas podrían ingerirse por exposición directa a tejidos sensibles, como se encuentran en el interior de la boca. En 2005, la UE prohibió el uso de ftalato DEHP en juguetes para niños debido a su efecto perjudicial en los niños pequeños, lo que obligó a los fabricantes de juguetes a desarrollar alternativas. Es impactante encontrarlos todavía usados ​​en juguetes sexuales, también fabricados para uso interno.

Según el activista de Toxic Bart van Opzeeland, es increíble que esta sustancia todavía se pueda usar en juguetes para adultos. En los últimos años hemos examinado muchos productos, pero nunca antes habíamos encontrado concentraciones tan altas. Desafortunadamente, los ftalatos todavía se pueden encontrar ampliamente en productos que van desde productos de belleza hasta pisos, y se sabe que permanecen en el medio ambiente (o en su cuerpo, en el caso de un juguete sexual).

Las últimas investigaciones indican que la exposición a estas sustancias puede interferir con la capacidad del cuerpo para regular la producción de hormonas, dañar la reproducción y causar daño hepático y renal. Eventualmente pueden causar cáncer.

Entonces, cuál es la solución ?

La « legislación es obviamente insuficiente en este asunto », dice Van Opzeeland (Greenpeace). Es hora de que la legislación prohíba este tipo de sustancia peligrosa. Ésta es la única forma de detener la contaminación. La verdad es que ya existen alternativas seguras para muchas sustancias peligrosas. Es perfectamente razonable exigir una ley que asegure que:

– Las sustancias solo deben comercializarse una vez que se haya demostrado que son seguras.

– La información sobre todos los productos químicos y productos debe estar a disposición del público.

Greenpeace sigue exigiendo que la UE apruebe las propuestas de EXTENSIÓN para una estricta ley de productos químicos. Si se adopta, LA EXTENSIÓN prohibiría la producción y el uso de sustancias tóxicas, lo que obligaría a la industria a utilizar alternativas no peligrosas.

PAZ VERDE

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