Sexo: una experiencia multicomponente
Seguro que ya has dicho o escuchado « es puramente sexual, nada más ». Ante esta frase, automáticamente surge una pregunta: cuando comemos con alguien, ¿lo hacemos solo para introducir comida en nuestro cuerpo?
Sigamos con la idea de comer. Necesitamos alimentarnos, pero ¿solo estamos comiendo para alimentarnos? ¿Solo queremos comer para conseguir los nutrientes necesarios en nuestro organismo? ¡NO! En general, comemos para disfrutar de los sabores, texturas y pasar un buen rato.
Cuando se trata de sexo, es exactamente lo mismo. Cuando quieres hacer el amor, no solo piensas en la satisfacción de un deseo. ¡El sexo es mucho más que eso! Es disfrutar el momento, vivir una fantasía, saborear besos, caricias y sensaciones, gozar, disfrutar. Obviamente, se puede tener sexo sin compromiso, pero eso no es solo sexo. Siempre es mucho más que eso, porque es una experiencia compartida de los cuerpos.
Sexo: entre emociones y sensaciones
Entonces, si recapitulamos, tenemos: Besos, caricias, sensaciones, emociones, contactos, placer, cuerpo a cuerpo y un sinfín de experiencias que completan esta experiencia que es el sexo.
Pero, si hay tantos componentes, ¿es realmente « solo sexo »? Piense en ello con sinceridad. ¿Cómo puede ser solo sexo si hay ciertas emociones o alguna forma de afecto?
Como forma de liberación, decir que una relación es puramente sexual puede darnos una sensación de control. Pero para que sea « solo sexual », no tendría que haber caricias, ni afecto, ni emoción, ni contacto visual, ni sentimiento de compartir … Sentir afecto no nos debilita y no tiene sentido ocultar lo que queremos. sentir. Sentir nos hace humanos y, lo más importante, ¡nos da vida!
Entonces, ¿te atreverás a dejar de decir que una relación es “puramente sexual”?
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